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Yo sueño. Sip, sueño ene y normalmente son sueños largos, las medias historias. A veces creo que el 90% del día estoy tan cansada porque en la noche tengo estas aventuras eternas que me chupan toda el alma y después me dejan sin energía. Aunque normalmente son sueños como entretenidos, lindos, chistosos, a veces hasta premonitorios. Muy pocas veces sueño cosas tristes, pencas, tétricas. En fin. Esto fue un preámbulo para contarles lo que soñé anoche.

No voy a dar nombres de los protagonistas del sueño para no asustar a nadie, pero fue un poco así. Junto con equis mujer que la verdad no recuerdo quien era, decidimos que no había nada más entretenido que ir a meternos al departamento nuevo de esta pareja (protagonista del sueño y cuyos nombres no daré, como ya dije), para sapear sus vidas, mirar sus fotos, sus ropas...en fin, su vida juntos. La verdad es que, mirando desde afuera del sueño, no encuentro todavía la razón lógica de querer hacer eso, pero supongo que es el morbo natural (si supieran quienes eran los dueños de ese departamento, quizás me entenderían mejor). Llegamos a la entrada, habían colocado un maceterito afuera con una plantita rosada. Se me ocurre que quizás abajo del choapino podría estar la llave de respuesto para entrar. Me agacho, mirando para atrás a ver si no viene nadie (ya sabíamos que no iban a venir. Ella trabajaba en una tienda de ropa hasta por lo menos las 9 de la noche y él....la verdad es que no teníamos idea qué hacía, pero sabíamos que no iba a llegar hasta más o menos la misma hora, por lo que teníamos aprox. 2 horas para mironear el departamento entero). Ahí estaba la llave.

Entramos. Estaba todo mega desordenado, lleno de cajas. Era un departamento bien extraño la verdad, como metálico. Una mezcla entre la picantería máxima y la modernidad más top. No tenían ventanas. O mejor dicho, sí tenían ventanas, pero estaban sin vidrios y entraba mucho viento. Tratamos de prender las luces, pero no funcionan. Después pensamos que es mejor que esté oscuro para que los vecinos no se den cuenta que estamos ahí. Nos tiramos arriba de la cama en la pieza principal....o era la única pieza que había la verdad. Nos quedamos mirando el techo mucho rato, pensando lo horrible que sería vivir ahí.

De repente en el living, aparece una caja, envuelta en papel de regalo. No sé cómo (y esa probablemente es en gran parte la gracia de los sueños), atino a que esa caja es mía, que yo la llevé y que es para el dueño de casa, pretendo dejársela como regalo, pero escuchamos la chapa de la puerta y voces. "Llegaron, cagamos". Mi compañera de aventuras me dice "No, escondámonos debajo de la cama, después vemos como nos vamos, pero tenemos que quedarnos para verle la cara cuando vea que el regalo es tuyo". Nos escondemos. La dueña de casa entra al baño, en la típica para sacarse el maquillaje y esas cosas. El dueño de casa en tanto, nota la caja. La abre. Saca el regalo y una carta. La lee y vemos que cae una lágrima por su cara. Toma el regalo y lo lleva al balcón. Desde donde estamos escondidas alcanzamos a verlo. La prende. Es una tele que coloca con gran dificultad en un andamio que cuelga justo afuera de la baranda. Se queda parado frente a ella, llorando a mares. De pronto vemos que la mujer sale del baño. El no la ve. Ella se queda parada detrás de él, viene con algo en el bolsillo. Ella se pone a llorar también y grita "¡Por qué hicimos ésto! ¡Por qué me cagaste la vida maricón! Mete la mano en el bolsillo y saca lo que ahí llevaba. Era un revólver. Se lo coloca en la sien izquierda (y nos damos cuenta como si fuera lo más importante del sueño, que ella es zurda). Dispara. Vemos sangre, sesos, por todas partes. Él, con cara de horror, besa la tele y salta por el balcón.....por mi parte....despierto de ese infierno.