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No sabía bien si quería o no escribir lo que viene a continuación. Ufff....han sido días difíciles y no tengo voz para conversar con alguien por telefóno y como necesito sacar ésto de mi organismo y patearlo lo más lejos que pueda, lo dejo acá.

El miércoles recién pasado podría quedar marcado en mi calendario 2008 como el peor día del año, si no uno de los peores días de mi vida. La verdad es que no quiero entrar en mayores detalles, porque revivir todo lo que pasó desde que desperté hasta que llegué a tirarme a mi cama a las 6:00 am del día siguiente sería practicamente una autotortura a la cual no estoy dispuesta a someterme.

Se sucedió un poco así: fui gritoneada en plena vía pública con show y un escándalo que no me merecía. Creo fervientemente hasta el momento en que escribo estas letras, que yo no fui la culpable de nada. La vida se arma de acciones y reacciones y no me cabe la menor duda que si las acciones hubiesen sido distintas de parte del personaje que me hizo la escena, las reacciones de la mujer que les escribe también hubieran sido diferentes. Es cosa de volver atrás y re pensar los actos, ¿¿¿dónde empieza el problema???

Quedo mal. No me esperaba lo que ocurrió y vuelvo a la clínica un poco chata y sin muchas ganas de nada. No es que me haya dolido lo que pasó, sino que lo encuentro mega fuera de lugar y más que nada, estoy enojada. Me dan las 19 hrs. y me voy a mi casa. Me acuerdo que me había invitado a una cosa bastante entretenida en la noche y llamo a mi Manis para que vayamos. Partimos y la verdad estuvo bien entretenido. Entre una risa y otra, me doy cuenta que me he tomado 3 Altos de 40° y me siento como el pico, pero me da lo mismo pk estoy con mi manongo y lo estamos pasando la raja. El amigo que me invitó me dice que ahora nos vamos para otra parte. Nos subimos a la moto y nos vamos.

Cuando llegamos allá, Manis se tiene que ir y yo decido quedarme. Como estaba media "cutufa", no atino a pensar en cómo me voy a ir después. Me encuentro con un amigo adentro que me dice "no te preocupes, es lo de menos, cualquier cosa te llevo yo, no hay problema". Al entrar, veo que está "ella", una mina que si supiera quién soy yo, me odiaría con su vida y con lo violenta que es, me hubiera sacado la chucha, pero como no lo sabe, muy tierna (y borracha) llega, me dice que lo pase la zorra, se pide una piscola (y parece que ya tiene hartas puestas) y me entrega una Corona que tenía hasta la mitad "¡Esta es para ti!" me dice. Me quedó como paralizada, era demasiado rara la situación. Alguien que estaba a su lado se caga de la risa y me dice "jaja wena, tómatela po". Pongo cara de buena onda, me voy hacia otro lado y dejo la botella ahí tirada.

Lo que se viene en el resto de la noche......en la próxima entrada....