Hace unos días llegué el baño tipo 4 de la tarde. Era un sábado y como dije que fue hace "unos días", debe haber sido el sábado de la semana pasada. Abrí la cortina de la ducha, porque la idea de esa visita a tal lugar, era para pegarme una lavadita minuciosa de mis presas, eso que supongo todos hacen :)y me doy cuenta que desde la jabonera hasta el piso de la tina, hay un caminito de hormigas, sip, hormigas, esos insectos negritos que deberían vivir felices de la vida en el patio donde nadie las jode, me vienen a irrumpir a mi antro de la higiene.
A mí la verdad, nunca me ha gustado matar bichitos por matarlos y normalmente trato de que vivan si de mi depende. Por ejemplo, si estoy en la piscina y cae una abeja, veo la manera de sacarla y ver como se reanima hasta que puede volver a volar. La única excepción la hago con las arañas de rincón. Aunque sé que cuando me miran no están pensando "jejeje, ya, hoy día le salto en la cara y le pego un mordisco", entiendo (al igual que lo hacen ellas) que es un tema de superviviencia y que son ellas o yo, lamentablemente, aunque trato de darles una muerte rápida y se van de zapatazo. Limpio.
Entonces, volviendo al tema de la ducha, me quedo mirándolas pensando cual es la manera más rápida de eliminarlas. Decido tomar la ducha y poner el agua fría (ponerla caliente lo encontré un poco cruel, como que aparte de matarlas, las quemaría, es como muy morboso y malvado) y comienzo a mojarlas y veo como toda esa comunidad se muere ante mis ojos y se van por el desagüe. La verdad es que me dio algo, porque yo siempre he pensado que todo animal no humano y bichito afín, en el fondo lo único que posee es su vida y uno llega con tanta gracia a quitárselas...¿con qué derecho? ninguno, con el derecho de creerte superior no más, entonces me dio pena po, no lo pude evitar.
El asunto es que de repente se me ocurre levantar el piso de goma de la tina....y ahí la sorpresa....había toda una civilización greco-romana de hormigas, haciendo sus cosas de hormigas.... Y me vino toda la cosa.
Me enchuché, encontré que era el colmo tal invasión y no tuve compasión. Fui a la cocina, abrí la puerta debajo del lavaplatos, saqué un Raid (Casa y Jardín) mata hormigas y partí al baño.
Prendí la ducha, esta vez con agua caliente y mientras las quemaba, les tiré cual Saddam, aquel mortífero gas.
Desde aquel sábado que no he vuelto a ver hormigas en mi baño....fue una guerra y en las guerras..... sólo puede haber 1 ganador.....
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Y un besote muy grande para ti, el más pendiente de este humilde blog. No sé por ké es tan importante para ti que yo haga una mención, pero si de verdad significa tanto, no tengo problemas, te quiero mucho, see ya tomorrow.
